viernes, 19 de septiembre de 2008

Filtraciones, exclusivas, imágenes... y el dolor que producen

Que pronto olvidan los medios las reflexiones de Pilar Manjón en el Congreso de los Diputados. Solo ha hecho falta otro suceso con 154 muertos como el accidente de Barajas. Después de una dudosa cobertura en el día del accidente y los días posteriores, nos hayamos en los tiempos de las filtraciones, las exclusivas y la difusión de imágenes del momento del accidente.

Mucho se ha comentado de la creo que acertada decisión del Juez instructor de difundir las imágenes tomadas en el lugar del accidente durante el rescate de la víctimas y de los restos del avión. Gracias a ella hemos evitado a las familias y allegados un dolor innecesario.

Pero los días han pasado y los filtros de los medios se han evaporado. Ayer El País daba una vuelta de tuerca a la situación difundiendo las imágenes tomadas por las cámaras de Barajas, supongo aquellas que vieron en el Consejo de Ministros antes que en el Juzgado. A estas imágenes, se añadió un audio sobre una conversación entre trabajadores de AENA.

Creo que PRISA ha priorizado las audiencias, tanto en su web como en su TV, sobre cualquier otra consideración. Nada nuevo en los medios, por otra parte. Y el resto de medios han seguido el camino abierto. Las imágenes y audios, como los comentarios y opiniones sobre las mismas, inundan hoy los medios.

En mi modesta opinión de ciudadano esas imágenes y audio no aportaba ninguna información relevante.  Cualquier ciudadano puede imaginarse que pasó cuando el avión cayó a tierra, más cuando se ha constatado que la mayoría de los fallecidos han tenido que ser reconocidos a través del ADN. ¿Era necesario exponer a las familias y allegados de las víctimas a esas imágenes? No. Tampoco era necesario, a mi juicio, el intento de desacreditar al personal que trabaja en Barajas, con la difusión de un audio que los único que constata es la incertidumbre y la ansiedad que produce un hecho así en quien ha sido testigo del mismo.

Es cierto que la mayoría de la exclusivas proceden de filtraciones a los medios, muchas de ellas interesadas. También lo es, que no todas se publican. Quienes lo decidieron tendrán tiempo y espacio para explicarlo. Pero las filtraciones de la Comisión de Investigación de Accidente Aéreos han producido un grave daño a la misma y a su credibilidad. No dejarla trabajar con el sosiego necesario supone una responsabilidad para los medios, que creo que no se ha valorado en esta ocasión. 

Está visto que en este país no puede haber una investigación serena sobre un hecho relevante, lo han demostrado las Cortes en reiteradas ocasiones: los intereses partidistas, las exclusivas y las audiencias no colaboran en ello. ¡Qué envidia de otros países donde estas Comisiones de Investigación funcionan y sacan conclusiones útiles!

Como decía al principio:  ¡qué pronto se han olvidado las palabras de Pilar Manjón!


1 comentario:

  1. ANÁLISIS: Catástrofe aérea en Madrid
    Periodismo y "filtraciones"
    FRANCISCO MERCADO 21/09/2008
    La difusión por EL PAÍS, a través de sus ediciones digital e impresa, de las imágenes del accidente del MD-82 en Barajas ha provocado un enorme revuelo. La exclusiva llevaba mi firma. Por ello, me gustaría hacer algunas reflexiones dirigidas a quienes agreden este oficio, el del periodismo, desde los propios medios, la política o la judicatura. En primer lugar, una de las virtudes de este periódico: la dirección de EL PAÍS no me interrogó por la fuente de la noticia. Frente a la polvareda sobre la "filtración interesada" o las "maniobras de Fomento", la noticia no llegó en sobre oficial, sino gracias a los procedimientos tradicionales de cualquier redactor honesto y a través del más viejo y tozudo enfoque: ¿qué personas tienen el material? Y, acto seguido, tocarlas una a una.

    Basta con que la fuente aprecie tu labor y crea que la información no daña ninguna sensibilidad ni ninguna investigación. La paradoja llega cuando el material obtenido es reproducido, en muchos casos sin citar la procedencia ("tenemos unas imágenes o unas grabaciones...", "hoy hemos conocido"), por muchos medios audiovisuales que, sorprendentemente, organizan una campaña de presión sobre el Gobierno y el juez instructor para denunciar que ese material que vampirizan gratuitamente procede de una "filtración interesada".

    Esto no es nuevo. El mal perdedor llama exclusiva a lo propio y filtración a lo que publica la competencia.

    Tampoco es nueva la desmemoria del Gobierno y la oposición. ¿No recuerda el PSOE cuánta información sensible ha publicado EL PAÍS sobre investigaciones judiciales en marcha como el Prestige, Gescartera y muchos más casos? Pero no, ahora la vicepresidenta De la Vega pone rictus de indignación por las "filtraciones" a EL PAÍS y se juramenta para investigarlas ante los mismos medios que han buscado sin éxito esa misma información. Los mismos medios que llevan semanas ofreciendo, también, datos en exclusiva sobre la tragedia. Cada vez que esos medios colgaron imágenes o escritos del sumario no juzgaron relevante pedir consejo a las víctimas. ¿Por qué ahora acuden a ellas para ocultar su envidia?

    Y, en éstas, llegó el PP, que por supuesto se alía con quien haga falta para culpar de la "filtración" a la ministra de Fomento. ¿Ha leído la información Dolores de Cospedal? ¿Cree que las grabaciones del caos de Barajas dejan en buen lugar a Fomento? Qué paradoja la del PP, que pidió la mayor transparencia al Gobierno sobre el accidente de Barajas y ahora se queja porque EL PAÍS saca unas grabaciones que ilustran lo sucedido.

    Y por último, las víctimas, la parte más dolorosa. Ni la dirección de EL PAÍS ni yo mismo habría publicado jamás material morboso. Merecen todo el respeto, la solidaridad y la justicia de que seamos capaces. Como periodista sólo puedo ayudar a todo ello de una manera: publicando información veraz sobre lo que sucedió.

    Respecto al juez instructor, sólo puedo decir que mi trabajo no obstruye el suyo. Si me interroga, le diré lo mismo que ya he dicho en similares trances: señor juez, aunque la información me la hubiera dado usted, nunca se lo confesaría.


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