El lunes 29, Juan Antonio tuvo un accidente mientras realizaba una travesía en la Sierra de Gredos. La montaña, que tanto amaba, esta vez decidió robárnoslo para siempre. Esta tarde ha sido incinerado en San Fernando de Henares con la asistencia de su familia y de multitud de camaradas de todos estos años de vida, lucha política y sindical. Pronto caminaremos por La Pedriza para hacerle un merecido homenaje.
Compañeros de Izquierda Anticapitalista le han dedicado una dolorida despedida. Reproduzco a continuación la que le ha dedicado nuestro camarada Dioni.
Recuerdos de Juan Antonio
Recordando a Juan Antonio, se me viene a la cabeza una conversación que tuvimos hace muchos años.
Fue al comienzo de la campaña Anti-Otan, cuando el tandem Felipe González- Solchaga empezaba a poner las bases para la reacción neoliberal. Estábamos perplejos y nos preguntábamos cual sería el desenlace de la situación política. Yo quise mantenerme optimista y le solté una perorata hablando sobre el tercio de la humanidad que había escapado del capitalismo, sobre cómo se combatía en Nicaragua, a las puertas mismas de Estados Unidos, bla ,bla, bla. Juan Antonio simplemente dijo: ‘Yo creo que tal vez ganen, pero yo se lo voy a poner difícil.
Volvimos a coincidir en la campaña de las Elecciones Europeas de Izquierda Anticapitalista. Ya no éramos jóvenes, aunque Juan Antonio siguiera pareciéndolo, y el tercio de la humanidad que ‘había escapado del capitalismo’ se ha disipado como humo de pajas. Pero bastó cruzar unas pocas palabras para que sintiera la felicidad de un tiempo recobrado, sentí que Juan Antonio no había dejado ni un solo día de ponérselo difícil, que era tan incansable como luchador que como montañero.
Es de noche y cuando mi mente trata de escapar de la visión del cuerpo de Juan Antonio iluminado por la luna llena esperando una rescate ya imposible, solo me viene a la cabeza un reproche:
¡Cabrón! Ahora que te has ido nos lo has dejado más difícil a nosotros.